En los pesos medianos Marvin Hagler está en la cima del mundo. Fue derribado una vez, como consecuencia de una caída por pérdida de equilibrio ante Juan Domingo Roldán, al que ganó incuestionablemente. Son míticas sus peleas contra pegadores como John Mugabi, uno de los más potentes strikers de los 80. Además, hay que tener en cuenta que absorbió la paliza de Thomas Hearns en su épica batalla de tres episodios. Ningún otro mediano hubiera aguantado la cantidad de puños que Hearns se tragó esa noche, excepto Hagler, que encima le devolvió el favor con otra ensalada de golpes. Un gran mentón de granito.
En los pesos máximos, los pesos pesados, la capacidad del por siempre invicto Rocky Marciano para absorber castigo en todo su cuerpo, y continuar atacando es legendaria. Fue noqueado dos veces en sus casi 50 peleas de las cuáles ganó todas, dando la vuelta a combates complicados para noquear a extraordinarios golpeadores como Jersey Walcott y Archie Moore. Marciano era una máquina de golpear que no se inmutaba ante cualquier golpe rival. Como el escritor Ed Fitzgerald dijo en 1953 en la revista Sport: "Uno puede, al igual que con un oso montañés enfurecido, hacerle bajar el ritmo y lograr que sacuda su cabeza si se lo golpea con suficiente fuerza como para lastimarlo, pero nadie puede hacerlo retroceder".
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